El camaleón. En zoo términos, sabemos que es un reptil que cambia de colores cuando las circunstancias de sobrevivencia así lo exigen. Para nuestra existencia, dícese de la persona que tiene la habilidad para cambiar de actitud y conducta, adaptándose en cada caso la mas ventajosa.
Vivimos a diario esa situación. Caminamos entre camaleones humanos. Esos seres humanos que se mimetizan, cuando les conviene y sacan su hipocresía llamada diplomacia para quedar bien.
Son esos camaleones, los que continuamente nos recuerdan el gran valor de la Amistad. Hablamos con ellos, nos relacionamos con ellos, pero al final, como buen animal irracional, cae. Entonces debemos empezar a valorar la gratitud. A empezar a pensar quien fue la persona que realmente en algún momento nos ayudo. Nos comprendió, quien nos dio la mano sin hipocresía. Empezamos a valorar a ese amigo, que por alguna circunstancia se pudo haber alejado, o si esta aun con nosot5ros, cuidarlo como un preciado tesoro. El amigo es fiel, dice las cosas con sensibilidad, se pone en los zapatos de uno, Esta en los momentos alegres y en los momentos tistes.
El hipócrita, hace alarde de la amistad. Esta en los momentos buenos, pero se escurre argumentando situaciones de muy ocupado para no atender a lo que en algún momento le puede a el pasar. Es esa persona de doble faz que confunde la sátira con la ironía, y se vuelve sarcástico y mordaz para hacer algún tipo de comentario con un tinte de morbo. Ese es el gran amigo leal que tenemos.
Es triste pensar que haya seres humanos inconscientes, dormidos, que no despierten a esta existencia. Que desconozcan el sentido de la lealtad, del compromiso, de la solidaridad, del cooperativismo. Pero lamentablemente todo hace parte del balance de la naturaleza. Todo hace parte del yin y el yang. De lo bueno y lo malo. Del día y de la noche. Esa es la perfección de la existencia. Si no existiera lo contradictoria, para que aprenderíamos más.
El desconocimiento de la vida nos vuelve ciegos. Debemos aprender a mirar con los ojos del alma. Debemos perfeccionar el arte de nuestra existencia. Estamos aquí para una misión. Estar en una realidad viviente, que nos haga sentir vivos. Pero ojo los camaleones son expertos en mimetizarse para ayudarlo a subir y observarlo bajar estrepitosamente. Hay que distinguirlos. Saber que cuando una persona no nos ha ayudado cuando uno se lo ha pedido, y ha sentido en carne propio un diplomante desprecio, es mejor emprender la retirada. Esa persona seguramente querrá estar al lado suyo para tomar de su energía creadora y llevarlo al limite y al final obtener un beneficio, sea económico, o relacional.
Para que seguir en la búsqueda de persona que no sabemos si son dobles o no. En nuestro interior esta todo lo que necesitamos. Miremos nuestras carencias, observemos nuestros desbordes emocionales y actuemos. Sabemos desde nuestro interior que es bueno o que es malo según nuestro patrón de conducta en la sociedad. Para que estemos con seres humanos que continuamente alardean dando consejos como si fueran los prácticos que ya pasaron todo.
Pero dirá, es bien difícil. Cierto. Son especialistas. Lo único que te queda es confiar en ti, en tu esencia creadora, en tu intuición y sobre todo de llenarte. Aprender el difícil arte de discernir cual es tu mejor amigo. Aprende a tener el arte de La paciencia, aprende a tener el arte de la humildad, aprende a tener sabiduría, aprende a tener el arte de la tolerancia, es decir aprende a tener EL ARTE DE SER PERSONA, que en conclusión te llevara a la paz, a la verdadera alegría de tener la sabiduría para poder andar entre camaleones humanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario