Desde hace algún tiempo he sentido la necesidad de descubrir cuál es el umbral que delimita el no meterse en la Vida Privada de los seres humanos. Normalmente hemos oído siempre como principio el respeto a las personas. Ese derecho que esta establecido en la Constitución; esa premisa que indica que el respeto de una persona termina donde comienza el respeto hacia los demás. Siempre hablamos de esa palabrita que yo más bien denominaría palabreja pues ya esta usada, trajinada, subutilizada esclavizada y suavemente manipulada.
Que entendemos por respeto?- el respeto en términos enciclopédicos se define como la veneración, o el acatamiento que se hace a uno. O una manifestación de acatamiento que se hace por cortesía, pero en últimas el respeto es eso Cortesía.
Los gobernantes han tenido respeto por los seres humanos que están en una sociedad?, o son los mismos gobernantes los que establecen las leyes que dan el aval para cometer delitos?, entonces de que respeto estamos hablando.
Escuchamos siempre que existe aparentemente diferencia entre vida pública y vida privada. Se entiende como vida publica, aquella en que se permite que todo el mundo entre, opine, juzgue y condene. Y como vida privada se entiende o presume la no intromisión de opinión, y juzgamiento de lo que uno piensa, es su vida, teniendo en cuenta que su escala de valores esta condicionada por su entorno, en el que se crio. Esa vida (su vida) que en algún momento no hubiera podido germinar sino hubiera habido la intromisión de las dos personas que “trabajaron” en la confección de ese ser humano. Entonces llegamos, crecemos, tenemos cambios emocionales, fisiológicos, característicos y ordenamos “ES MI VIDA PRIVADA”.
La privacidad del ser humano es inherente para su crecimiento; hay momentos en que los pensamientos y el apoyo de la soledad se hacen necesario para poder discernir entre lo que esta pasando, lo que está enfrentando, y lo que se debe hacer con lógica. Como establecer eso si no se tiene un momento de privacidad?. Pero eso pertenece al ámbito de lo mental, de lo intelectual, de lo no tangible, de lo espiritual. Aquello no se puede coger, medir, pesar, ni tocar. Aquello es eso: MIO. El resto, tangible, medible, a quien pertenece?
Curiosamente nos enseñaron desde pequeños en la escala de valores el cooperativismo, la solidaridad, y el servicio. Crecimos con esa convicción. Pero a medida que avanzamos en el duro camino de la vida, aparecieron y entraron sutilmente los anti valores: el egoísmo, la egolatría, la envidia, y el ego. No el ego altruista, sino el ego primario. Ese que hace campo en las mentes de los individuos mediocres, que observan a una determinada “persona” avanzar por la vida con un aparente éxito, que lamentablemente confundimos con su poder adquisitivo económico. Donde esta el aprender a conocer una persona?, a observar si tiene esa sensibilidad que dan los verdaderos valores? Donde esta ese amor que religiosamente ha sido enseñado y que así sea religioso es universalmente benévolo?
Pero cuando se entra a ser solidario, servicial, cooperador, entonces con gran desfachatez recibe las palabras: ES MI VIDA PRIVADA. Recuerda en algún momento el grado de categoría que tiene el ser que esta dando esos valores? Haz escuchado: Con la vara que mides serás medido?. O no hagas a otros lo que no te gustaría que te hicieran? La amabilidad, la tolerancia, el agradecimiento, ha sido desplazados por mi personalidad, mi carácter, y el: quien lo mando a que lo hiciera?. Debemos por empezar a comprender nuestra propia tolerancia, entender que estamos aquí con unas características que si bien es cierto son perfectas, nuestros pensamientos las han deformado y transformado en errores que tarde o temprano debemos pasar y pulir para llegar a tener el ARTE DE SER PERSONA , y ojala sea en este tiempo, en esta existencia.
Cuando establezcamos que podemos mirar al otro y darnos cuenta que ese otro es nuestro espejo, que esta en camino de convertir sus errores en cualidades, cuando diferenciemos las categorías de las personas que nos acompañan, cuando tengamos la sensibilidad de ver al ser humano mas cercano, llamese amigo, relación o familia, como la extensión susceptible de cambios que cada uno debemos realizar, cuando entendamos que los valores existen y son para despertar la chispa divina que llevamos por dentro y que debe aflorar para que podamos transitar libremente en el universo, entenderemos de una vez que VIDA PRIVADA es la que se tiene a nivel no tangible, pertenece al ámbito de la escala de valores preestablecida por normas de experiencia y vida, porque lo demás esta aquí para utilizarse, usarse, trastearse y sobre todo para darle entrada al desapego, sea emocional, o físico, que en ultimas es el que lleva a madurar y saborear el dulce sabor de la experiencia. Lo demás es SOBERBIA.
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