viernes, 4 de noviembre de 2011

CON LAS ALAS DE LA INDEPENDENCIA Y EL MOTOR DE LA INDIFERENCIA

El Arte de Ser Persona
Tener Alas de libertad o de  independencia  ha sido un sueño que desde pequeños  hemos  tenido en la  vida, y /o  todos hemos pensado lo mismo. Esa libertad  añorada desde  niños,  reforzada en la adolescencia, confundida en la adultez y  retoñada en la madurez,  nos ha puesto siempre   en la difícil decisión de pensar: quiero   libertad o   independencia o simplemente voy por el camino de la  vida  con indiferencia?

Libertad  significa no eludir responsabilidades y  cumplir con   las obligaciones. Libertad  es tener una opinión propia,   emitir   juicios a partir de la propia capacidad de análisis, reflexión o discernimiento y conocimiento de lo que esta en opinión. Tolerar  la  crítica ajena,  relativizando sin  dejar de lado  los aspectos constructivos, cuando corresponde... pero  sin  dejarse llevar por la manipulación que nos aleja de nuestros verdaderos objetivos en la vida. Es esa autonomía con la cual  establecemos la diferencia entre la dependencia  y la independencia. Ya que podemos tomar la iniciativa  de no depender del soporte emocional de otro para enfrentar los obstáculos de la vida  o para tomar la iniciativa de emprender un proyecto, y llevarlo a cabo sin opinión de otros; supone un riesgo alto: hay que hacerse cargo de lo que uno decide. Sin embargo, el precio no es tan alto como el beneficio. Porque la independencia nos hace arquitectos  de nuestro destino; ya no dependeremos de lo que otros piensen, digan o quieren hacer de nosotros. Nos libera, es nuestra capacidad de comprender la realidad; eso nos dará la estabilidad emocional necesaria para decidir con independencia y responsabilidad, alentando  nuestra seguridad y con ella, la autoestima.

En fin,  por desconocimiento  e ignorancia humana, en algún momento  hemos comparado  la independencia sana  con la  cruel indiferencia  que en algún momento  pudo haber germinado cualquier semilla  en  nuestra alma..

La indiferencia como error básico de la mente, y del cual hacemos de ello un motor por la vida, conduce a la insensibilidad; genera esa  anestesia afectiva, frialdad emocional y el insano despego psíquico.  Es notablemente confundible con el desprendimiento saludable,  con el verdadero desapego que  son signos de equilibrio mental y emocional. 

El Arte de Ser PersonaEs  esa  máscara con la cual  oculta una persona muy sensible pero que se auto defiende por miedo al dolor o porque no ha visto satisfecha su necesidad de cariño o por muchas causas que la inducen, sea consciente o inconscientemente, recurriendo  a esa autodefensa, como muchos individuos  que hayan en la  auto idealización o el perfeccionismo  el afán de demostrar  que son valiosos  como solución patológica. Es beneficioso  establecer  una no-diferencia  a partir de enriquecer el sentido de unidad que conduce a ser conciliador de opuestos, a ver  la divinidad en todas las criaturas y circunstancias. Pero la indiferencia, la hemos utilizados  con esa actitud de insensibilidad,  la cual  una vez intensificada  conduce a  el egoísmo personal, a la paralización del crecimiento interior y autorrealización.  Endurece lentamente y  sicológicamente el alma, pues no se tiene sensibilidad por las circunstancias ajenas, frustrando en su baja autoestima el afecto y la compasión,  y encerrándose  en una coraza del yo,  como medio de protección que lo aísla desde  su interior,  sin evitar que se exteriorice en ser un  humano no muy sociable y  en muchos casos antipático. Hay cantidad de individuos  que   esconden bajo relaciones de empatía y encanto  una total indiferencia de sentimientos hacia los que los rodean. Hay otros que entrando en la onda de la no-diferencia,  toman posiciones  groseras o de no amabilidad  arguyendo  una independencia falsa, haciendo creer que bajo, esa actitud  están generando un reconocimiento de un yo superficial sin tener en cuenta que esta dañando  su camino  de  desarrollo personal. Es necesario  desenmascarar estas autodefensas y «soluciones» patológicas para que puedan  desarrollar  las mejores potencialidades anímicas, que de otro modo quedan inhibidas o reprimidas e impiden el proceso de maduración.

El Arte de Ser Persona
Por ultimo debemos entender que la independencia   es producto de una alta autoestima con emociones controladas,  mientras que la indiferencia,  es el resultado de una baja autoestima y unas emociones  difíciles de controlar que terminan en un desbalance  que destruye lentamente  al ser humano que ha emprendido el gran camino de tener el Arte de ser persona.


El Arte de Ser Persona
Adelante  con las alas de la independencia, pero no siga con  el motor de la indiferencia.

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