viernes, 28 de octubre de 2011

PERDONO PERO NO OLVIDO

El Arte de Ser Persona
De los temas más difíciles que un ser humano pueda digerir, es el  tema del perdón.  Esa palabra  que nos pone a prueba  cuando  hemos sido victimas de un daño  y nos  coloca    frente  a la cruel  decisión  de llevar  una posible vida  buena,  o la de quedarse con la carga  o resentimiento  de lo que pasó.

El resentimiento como   la repetición de ese sentimiento que se vivió,  se manifiesta  en esa lenta acumulación  de un pasado  donde  germinó    la desilusión, el dolor, el abandono,  y el coraje herido; el suplicio emocional  que terminó  en  una tortura  para el  alma, la  cual una vez se evoca, enferma el corazón  y el cuerpo, y la razón entra  en ruptura, con estúpidos pensamientos en contra de nuestro actuar, proyectando  ya sea  en  odio o miedo, hacia lo que nos hizo o hicieron  daño o hacia lo que creemos nos puede hacer daño, que nos lastima  y a su vez  lastimamos a quienes nos rodean.

Algunas veces  por miedo  inculcado desde la niñez   doblegó  nuestra voluntad,  e  hizo que  equívocamente  se  entregara todo lo que creíamos era nuestra vida y nuestro amor.  Es el gran miedo  a vivir nuevamente  la  carencia  de algo o alguien  que  en algún momento  sentíamos nos lo merecíamos. Otras por que en forma inconsciente anduvimos en caminos equivocados que  de pronto  cobraron  de  manera despiadada una equivocación.  Y en el peor de los casos, porque fuimos  victimas  sin querer de los errores de otros seres humanos,  En todos los casos   en mayor o menor escala se ocasionó un daño.

 Y ahí entra  la sociedad  a imponernos  esa dulce palabra  utilizada hace mas de dos mil años, sin tener en cuenta   si  estamos  o no preparados  para otorgar  ese alivio   y  consideramos erróneamente  va a ser bandera  para que los que nos  lastimaron  continúen en burla por el camino de la vida. No sabemos que hacer  con esa pesada  y obligatoria carga de corte religioso antiguo por el cual se toma una actitud de artificial tolerancia o un reconocimiento  de que el ofensor  tenía  la razón.

El Arte de Ser Persona
Pero  ese es uno más de los grandes retos que significa  tener el Arte de ser persona; aprender a  perdonar.  Pasan años y es difícil para el ser humano  entrar en esa conciencia, pues como seres vivientes primarios no aceptamos que para nuestro crecimiento es mas fácil  descargar ese dolor  y seguir   en nuestro paso por este planeta en forma  liviana, cargándonos mejor de experiencias bellas como son la del servicio, la compasión, los valores, la sabiduría y el amor.

El perdón es difícil, -vaya si es difícil - sobre todo cuando  vivimos  en forma constante   la lesión causada.. Y peor aun cuando tratamos de sacarla y en forma despiadada nos  continúan maltratando, bien  sea en forma física, moral, o emocional. La continuidad   de ese daño  en forma  consiente o inconsciente,  que nos lacera  paulatinamente, nos pone en jaque. Y nos preguntamos perdono? Y si perdono, olvido?

Pero  así es  la vida. Pueden pasar años  y no poder olvidar. Lo importante  es reconocer que cada vez que nos acordamos se  prende el swiche  del sufrimiento, y   empezar a llenar  esos vacios que lesionaron nuestra humanidad. Ya sea  aprendiendo de esa experiencia y enseñando a otros  a que no vayan a cometer  el error que en algún momento nos victimizó , o simplemente depositando en su alma   las cosas lindas que nos otorga la naturaleza, la sensibilidad, y la dicha  de  continuar  con la vida  dejando   poco a poco   a que el  rio  de la  sensatez  que nos conlleva a  la madurez  limpien  el  barro  que   como  secuela  dejó el daño cometido, y guardar  en nuestro intelecto, y en nuestro espíritu  la gracia  innata de la divinidad.

martes, 25 de octubre de 2011

SOMOS SENSIBLES O SENSIBLEROS

El Arte de Ser Persona
Una vez   un perrito  estaba cerca donde se encontraba dando a luz en ese momento una gata a sus cachorros. Este  se acerco y en  su instinto animal,  vio a unos de los pequeños que se había salido de un improvisado lugar, y  aun sangrante lo cogió en su boca y se lo entrego en un acto de solidaridad a su madre,  pues veía el dolor de  ésta  cuando aun pujaba por sacar sus críos. En ese momento  el niño hijo del  dueño de la casa donde se encontraba la materna, lloraba amargamente porque  su juguete  se había roto. Estaba cerca de la gatica que pujaba y no disimulaba el dolor que estaba sintiendo. El niño  seguía llorando por que se había roto  lo que el pensaba en ese momento  era a lo mas importante. De otra parte su padre veía televisión y solamente  regañaba  continuamente por el llanto de su hijo, y miraba de reojo al pobre animal que se levantaba y volvía a acostarse porque no podía  terminar su tarea.

Esta historia  es una mas de las que continuamente vemos y escuchamos  y donde no podemos diferenciar  la sensibilidad de la sensiblería.  Muchas veces nos ha pasado, estamos cerca de un ser vivo que se encuentra en una situación angustiante, pero nos importa mas  algún articulo que creemos que es necesario y no prestar la debida atención a quien realmente lo necesita.

La sensibilidad de una persona empieza precisamente cuando  tiene esa facultad  de percibir los estímulos externos e internos a través de los sentidos. Es esa  propensión natural del hombre a dejarse llevar de los afectos de compasión humanidad y ternura. Esa facultad   que hace que  esos pequeños detalles toquen suavemente nuestra alma  impregnándose en nuestra  piel,   apretando   nuestro corazón  y sintiendo en carne propia   lo que el otro ser vivo esta sintiendo , pensando de inmediato  cómo poder ayudar, dándole importancia  a la gran satisfacción de un deber que debemos cumplir.

Pero no, la sensibilidad no nos ha tocado. Puede mas  ser un ser humano, que  empezar a pensar como persona.  Siempre estamos hablando de una apertura de conciencia. Pero que es eso? Oímos constantemente que hay que despertar, pero realmente lo hacemos o tomamos medidas para ello?

El Arte de Ser Persona
En el ejemplo anterior, el niño a pesar de ser un niño,  confunde su egoísmo con su necesidad. Se interesò mas por su juguete roto, que al sufrimiento de un ser vivo. Duele ver que constantemente los  seres humanos dan más importancia  a todos  los  elementos que los rodea,  convirtiendo los vehículos, sus propiedades, y sus elementos de uso diario como   el estandarte de adoración, enseñando a sus semejantes  el egoísmo, que poco a poco se va degenerando en egolatría.

Debemos darnos cuenta que la sensibilidad  abre nuestra mente. Nos da la oportunidad de ayudar y de ayudarnos, porque a medida que nosotros sentimos que debemos ser solidarios, nuestra mente altruista, empieza a  convertirse en  ese gran computador, que da las órdenes para una vida mejor. Nuestro servicio debe ser de corazón,  y la  sensibilidad debe tener un rinconcito  en nuestra alma. No debemos  ver la vida, como  paso  obligado,  sino como  la universidad donde podamos crecer  tanto espiritual como amorosamente.

Cuando Despertamos  en conciencia o despertamos  espiritualmente   cambiamos nuestra percepción  y empezamos a  pensar  que  somos humanos, que   somos   una especie de carne y hueso, que sentimos,  que respiramos, que no estamos solos en este planeta,  y  además que todo lo que pasa, de una  u otra forma pueda afectar o dar satisfacción al entorno que nos rodea. Sentimos que debemos mirar un poco más allá, sin descuidar el presente, y  podremos decir que la sensibilidad ha empezado a aflorar en nuestras vidas siguiendo  nuestro camino como personas que sabemos  comportarnos como tal, con sus errores,  sensateces  y madurez.

Pero lo confundimos contantemente  con la sensiblería,  ese sentimentalismo exagerado trivial o fingido,   y que hace pensar que ese ser humano esta sufriendo enormemente por cualquier situación ya que no tiene  control de sus emociones y que puede terminar manipulando una situación. Una cosa es ser sensible por lo que pasa y otra cosa es acudir a la sensiblería como medio de demostrar que se  tiene sensibilidad. 

domingo, 16 de octubre de 2011

CRISIS DE LA SENSATEZ HACIA EL DOLOR DE LA MADUREZ

El Arte de Ser Persona
Continuamente  escuchamos  en la vida que no somos maduros, que somos inmaduros, dejándonos  con la  sensación  de pensar que fue lo que dije, que estoy haciendo, o que malo he hecho.  Los seres humanos somos por naturaleza de especie un poco  ignorantes para hacer de vez en cuando   este tipo de apreciaciones. Respondemos con un ego  primario y vanidoso  manifestando que otros individuos no son lo completamente maduros, o simplemente manifiestan   con alarde  “tan  inmaduro”.

Extraña mucho pensar en una bien llamada madurez. Pensamos inmediatamente  por qué nos dicen inmaduros, si somos personas responsables, que hemos hecho las cosas aparentemente bien, que a pesar de que hayamos cometido nuestros errores, hemos llevado una responsabilidad, y por consiguiente, porqué nos dicen inmaduros? El concepto de la madurez es uno de los mas difíciles de definir en términos justos. Quien define lo que es madurez?, cuáles son los parámetros para definir esta palabra?  La sensatez nos lleva al camino de la madurez.

Pero  el solo  pensar en la sensatez nos hace entrar en crisis. La confrontación con uno mismo no solo lo enfrenta con su yo interior, sino en cómo  exponerse ante los demás.  L a sensatez es algo tan sutil, Para lo  que una persona es sensata, prudente, cuerda, para otro individuo  no lo es. Es cruel sentir que en  algún momento  de la vida no se tiene seguridad emocional; especialmente la aceptación de sí mismo, o que no se  está siguiendo los patrones erigidos en una sociedad, en relación con  normas a seguir  o que no se está haciendo lo que uno le gustaría hacer..

El Arte de Ser Persona
 Escuchar comentarios como éste de : “ madure “ lejos de lesionarnos, nos debería enriquecer y pensar  que ese ser, esta botando  sus propios  errores, sin darse cuenta que es lo que está diciendo. Se olvida el individuo que la madurez  tiene que ver es con la comprensión que tenga uno hacia los seres humanos, con la voluntad de servir, con mantener un proyecto de vida, con la forma de salir de una situación que nunca previó  porque  las personas que los criaron le dieron todo “mascado” y no le enseñaron a manejar una determinada situación, y  se ahogará en un vaso con agua,  de defender sus derechos respetando  a los demás, de tener  como  salud mental la capacidad de amar, amarse   y trabajar por su  excelencia,  de ser responsables, activos y mantener  el espíritu de la autocritica.. Se dice en forma muy popular que la madurez  está relacionada con la naturaleza  y viene de madurar  es decir que un fruto está en su punto.. Eso es la madurez, entregar lo dulce a  la vida. El vivir situaciones es importante. La experiencia,  como decía el filósofo Pascal, no son todas las cosas que nos han pasado, sino las que nos han pasado y hemos reflexionado sobre ellas. Entonces nos  deberíamos  preguntar  ¿Cuántas experiencias hemos reflexionado?


El Arte de Ser Persona
 Los  individuos  inmaduros no  tienen una teoría de la vida con fundamento en cuyos términos encuentran significado y dirección. Estos seres  pasan de un estado de ánimo a otro, de un día para otro, pasan de la euforia a la melancolía. El inmaduro es desigual, variable, irregular No encuentran nada que producir, no tienen nada interior en  que trabajar o hacia que trabajar. Su sentimiento de inferioridad o complejo, lo lleva a compensar con mayor o menor éxito su deficiencia. Encuentra siempre limitaciones hacia el logro de sus aspiraciones, se siente impotente para  llevar a cabo sus necesidades. Quieren llamar la atención de los demás, se auto  elogian con  pertenecer a  una religión, a  un cargo, se miden por cuanto tienen económicamente,  cuanto han estudiado sin saber para qué o porquè estudiaron eso,   sienten que nunca harán algo grande por si mismos, porque no sacan a flote las virtudes de otras personas para el desarrollo de sus metas. Depositan la responsabilidad en otras personas por temor al fracaso.


Ningún irresponsable puede llegar a ser considerado como maduro. Recuerde para tener El arte de ser persona:

MADUREZ es la habilidad de controlar la ira y resolver las discrepancias sin violencia o destrucción. 


MADUREZ es paciencia. Es la voluntad de posponer el placer inmediato en favor de un beneficio de largo plazo. 

MADUREZ es perseverancia, es la habilidad de sacar adelante un proyecto o una situación a pesar de fuerte oposición y retrocesos decepcionantes. 

MADUREZ es humildad. Es ser suficientemente grande para decir "me equivoqué" y, cuando se está en lo correcto, la persona madura no necesita experimentar la satisfacción de decir "te lo dije". 

MADUREZ es la capacidad de tomar una decisión y sostenerla. Los inmaduros pasan sus vidas explorando posibilidades para al fin no hacer nada. 

MADUREZ significa confiabilidad, mantener la propia palabra, superar la crisis. 

Los inmaduros son maestros de la excusa, son los confusos y desorganizados. Sus vidas son una confusión de promesas rotas, amigos perdidos, negocios sin terminar y buenas intenciones que nunca se convierten en realidades.


MADUREZ es el arte de vivir en paz con lo que no se puede cambiar
                                                                                                                                
El individuo inmaduro o no maduro tiene personalidad no asertiva, no defiende sus derechos; puede estar haciendo una fila y alguien se le coloca adelante y no dice nada; solicita un plato en un restaurante y no se lo traen de su agrado y paga: fuera de eso sentirá indirectamente un complejo de inferioridad que lo exterioriza con comentarios  de sobrades  y  algunas veces pueden tornarse agresivas para demostrar su presunta superioridad. La persona asertiva o madura  defiende sus derechos, y manifiesta que el también está haciendo la fila  y solicita respeto,  o manifiesta en forma cortes que el plato que le están trayendo no está en las condiciones pedidas y solicita de igual forma su cambio.

 Por eso dentro de  las características para tener el  de ARTE SER PERSONA,, es muy importante analizar  que la madurez no representa solamente  emitir un  concepto más en la vida de los seres humanos. Es una forma de actuar, de relacionarse con los demás y de respetar lo aceptable socialmente.

jueves, 6 de octubre de 2011

LADRILLAZOS MENTALES

El Arte de Ser Persona
La ironía  y el  sarcasmo,  se han caracterizado por ser  dardos que van directo al ego de los seres humanos. Molesta cuando  no se encuentra preparado  el  individuo emocional, mental, intelectual y porque  no espiritualmente,  y cuando no acepta con tolerancia y humildad,  los planteamientos  emitidos por sus semejantes.

Da risa  pensar que uno ha transitado  en la vida,  empleando alguna vez  la ironía.  Pero lo peor del caso es que siempre se ha confundido con lo satírico, y lo sarcástico. Nuestra  bien   llamada autoestima, ha  desbalanceado  emociones que llevan a una confusión referente a lo que se podrían ser los diferentes significados que empleados en forma desordenada,  han ido lesionando poco a poco  nuestra personalidad.  Desconocemos la diferencia   que existe entre la ironía como una  figura retorica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice,  que en su momento puede ser  picaresco,  lo  sarcástico que ya traspasa los limites de la tolerancia, y respeto,  ya que se infiere  como  una burla  sangrienta, mordaz, que se puede utilizar para  ofender o maltratar a personas o cosas, y la sátira que lejos se encuentra de pertenecer  al estadio de dialogo, ya  que  es una figura que  se expresa mediante verso o prosa para inferir por escrito  una burla que se hace.   

En todos los casos la tolerancia   juega un papel importante  ya que se encuentra  supeditada al grado de  relación con que se traten las personas, bien sea  por  familiaridad,  amistad o   convencionalismo  económico o laboral.

El Arte de Ser Persona
Ubicándonos en la tolerancia, saltan a flote  la capacidad de discernimiento con que tomamos  estas determinada situaciones  y la utilizamos para   sacar provecho de ello, o simplemente para hundirnos  en el remolino del sufrimiento. Es doloroso pensar que  la tolerancia  ha permeado  los limites del  respeto, confundiéndose lentamente  con una tolerancia malsana que  raya en el “aguantar” una determinada  situación  y darle paso a la  elasticidad de pensamiento   con el cual se  permite  traspasar  las barreras  de la paz interior. Hay que tener presente que la tolerancia es fácil de aplaudir, difícil de practicar, y muy difícil de explicar.

Cuando nos encontramos con todos estos “ladrillazos mentales”, nos  surge  un gran dilema: como hacer para poder tolerar sin poder utilizar la ironía o el sarcasmo? Oímos irónicamente, “viva y deje vivir” la que conduce lentamente a la indiferencia de genero. Pero cuando tenemos  una emoción alta, que conlleva a una buena autoestima, surge  la tolerancia activa que viene a  significar solidaridad, sin  dejar que se vulnere  la actitud; hay que tener en cuenta que del modo  que obramos  en contra de otros, atenta contra la misma naturaleza que nos rodea, ya que ella misma pide respeto mutuo. Hay que aprender a ayudarnos unos a otros  a soportar la carga de  una existencia que puede resultar si se  quiere penosa  pero pasajera. Las pequeñas diversidades  de los ropajes  que llevamos en esta existencia,  las lenguas  con las cuales les damos ridículos usos, las insensatas opiniones, no deben ser motivos de odio y de persecución.

Debemos pensar desde ya en la  convivencia pacifica, reconocer en los seres humanos,  su individualidad, sin dejar de lado que se pueden aceptar con tolerancia, pero sin  entrar en el conflicto interior  de permitir elásticamente  que se  pisotee un derecho ya adquirido  como es el  de la dignidad de ser  persona  y entrar a aguantar  bajo “la virtud”  de una  tolerancia pasiva o malsana, o todo en aras del amor.